Desde hace un buen tiempo quería verme el clásico del cine de ciencia-ficción METROPOLIS, cuyos fragmentos perdidos hace poco los encontraron en Argentina y por eso fue mencionada nuevamente y de manera fugaz en algún noticiero o programa de entretenimiento. Y al fin saqué un tiempo y lo pude hacer.
El hecho que haya sucedido este hallazgo, no quiere decir que quien haya visto una de las tantas versiones recortadas que parecen rondar por ahí tenga que esperar a que estos fragmentos sean unidos al metraje original y relanzada nuevamente para volver a entender y disfrutar de la película.
Obviamente es una película típica del cine mudo (con expresiones exageradas que, a falta de sonido, deben indicar la intención de la actuación; con avances rápidos en los movimientos, la fotografía, etc...), pero para la época (1926) debió ser un reto interesante realizarla. Comparada con la frenética narrativa de hoy en día, esta película es lenta, puede resultar aburridora pero se hace interesante con el pasar de los minutos.
Es un clásico y como tal se debe ver: con respeto, con admiración de que aún se pueda encontrar por ahí, así sea unida a las patadas, y que al menos uno sepa que antes de C3PO (STAR WARS), Bishop (ALIEN), y el T-1000 (el robot líquido de TERMINATOR 2), existió un Ser-Máquina que armó un zaperoco entre una clase obrera oprimida y la clase burguesa exprimidora, en una ciudad cuyo esplendor se debía gracias al trabajo forzoso e inhumano de muchos bajo las profundidades y de los pocos que en la superficie disfrutaban de esos lujos y ostentación.
El hecho que haya sucedido este hallazgo, no quiere decir que quien haya visto una de las tantas versiones recortadas que parecen rondar por ahí tenga que esperar a que estos fragmentos sean unidos al metraje original y relanzada nuevamente para volver a entender y disfrutar de la película.
Obviamente es una película típica del cine mudo (con expresiones exageradas que, a falta de sonido, deben indicar la intención de la actuación; con avances rápidos en los movimientos, la fotografía, etc...), pero para la época (1926) debió ser un reto interesante realizarla. Comparada con la frenética narrativa de hoy en día, esta película es lenta, puede resultar aburridora pero se hace interesante con el pasar de los minutos.
Es un clásico y como tal se debe ver: con respeto, con admiración de que aún se pueda encontrar por ahí, así sea unida a las patadas, y que al menos uno sepa que antes de C3PO (STAR WARS), Bishop (ALIEN), y el T-1000 (el robot líquido de TERMINATOR 2), existió un Ser-Máquina que armó un zaperoco entre una clase obrera oprimida y la clase burguesa exprimidora, en una ciudad cuyo esplendor se debía gracias al trabajo forzoso e inhumano de muchos bajo las profundidades y de los pocos que en la superficie disfrutaban de esos lujos y ostentación.
Etiquetas: 1926, Cine mudo, Fritz, Lang, Metropolis
1 Comentarios:
hola ...es increible q en 1926 hubieran pelis futuristas !!!...un consejillo...has mas atractivo tu blog ese blanco y gris como q no va...de buena onda te lo digo...saludos!!!
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal